Pintura Renacentista

La pintura Renacentista introdujo importantes cambios y avances en el mundo pictórico. Los artistas tomaron la figura humana como el centro de sus obras, lo que introdujo la proporcionalidad en sus obras, buscando la belleza y la perfección.

La pasión de Cristo, obra del renacimiento de Hans Memling.
La pasión de Cristo, obra de Hans Memling

¿Qué entendemos por Pintura Renacentista?

La pintura renacentista es un tipo de pintura que se desarrolla en Europa entre los siglos XV y XVI, dentro del movimiento artístico del Renacimiento. La pintura renacentista tiene una función estética y humanista, y se independiza del marco arquitectónico, utilizando el lienzo como soporte. La pintura renacentista se caracteriza por el uso de la perspectiva, el claroscuro, el color y la proporción, con formas realistas, armónicas y expresivas, que representan escenas religiosas, mitológicas, históricas o retratos.

Por pintura renacentista se entiende el periodo de la historia del arte pictórico que comprende desde el final de la Edad Media hasta el Barroco.  Este movimiento cultural nació de la difusión de las ideas del humanismo, y su origen se sitúa en Italia, entre los siglos XIV y XVI. Posteriormente se extendió por toda Europa.

¿Dónde y cuándo surgió la pintura renacentista?

La pintura renacentista surgió en Italia, donde se inició el movimiento del Renacimiento. En este país se realizaron las primeras obras de pintura al óleo y al temple sobre tabla o lienzo, y se desarrollaron los principales focos de producción pictórica, como Florencia, Roma o Venecia.

La pintura renacentista surgió a principios del siglo XV, coincidiendo con el periodo histórico de la Edad Moderna. Este periodo se caracteriza por un cambio cultural, político y social, impulsado por el humanismo, el mecenazgo y los descubrimientos geográficos. La pintura renacentista reflejó el auge de la razón, la ciencia y el progreso humano.

Características de la Pintura Renacentista

Las principales características de la pintura renacentista son:

  • Posiblemente, la principal característica de la pintura del renacimiento es la introducción de la proporcionalidad en las obras.
  • Evoca lo antiguo, mostrando la belleza idealizada como ejemplo de perfección.
  • La pintura renacentista se basa en la observación viva de la naturaleza. Abundan los paisajes naturales, recreados con la mayor fidelidad posible.
  • El hombre es el centro de todas las cosas. La representación de la figura humana fue muy realista, pero casi siempre intentando mostrar la belleza idealizada. Los artistas participaban en estudios de anatomía para comprender la realidad del cuerpo y entender mejor los mecanismos de su movimiento.
  • La pintura renacentista también destaca por el descubrimiento y dominio de la perspectiva, así como de otras técnicas compositivas.
  • Se extiende la utilización del lienzo, que resultaba más económico que la tabla.
  • A diferencia de la Edad Media, donde el tema fue principalmente religioso, en la pintura renacentista se incluyen temas mitológicos, históricos y alegóricos. Además, está presente el desnudo, principalmente en los cuadros de temática mitológica
Cazadores en la Nieve, obra renacentista del pintor Peter Brueghel el Viejo. Pintura del Renacimiento. Obras de famosas de Peter Brueghel el viejo.
Cazadores en la Nieve, obra de Peter Brueghel el Viejo

Etapas de la Pintura Renacentista

La pintura renacentista, al igual que el arte renacentista, se divide en dos etapas principales: el Quattrocento y el Cincuequento.

Quattrocento

Fue en Florencia, a principios del siglo XV, cuando pintores como Masaccio, Paolo Uccello, Piero della Francesca y Fra Angélico sentaron las bases de la pintura renacentista moderna. También hubieron grandes pintores renacentistas durante el Quattrocento como Paollo Ucello, Sandro Botticelli y Leonardo Da Vinci.

Florencia fue, sin duda, la capital de las artes a comienzos del siglo XV, pero también se desarrollaron otros centros artísticos en Italia que participaron del impulso cultural que los historiadores del siglo XIX denominaron Renacimiento. Con la desintegración del Imperio romano, Italia dejó de tener una identidad cultural homogénea.

Durante los siglos XIV y XV, Roma y la cristiandad fueron debilitadas por el cisma, lo que tampoco favoreció la unidad de la península. Las ciudades-estado como las repúblicas (Venecia, Siena, Florencia), los Estados Pontificios (Nápoles, Sicilia) y los principados (Urbino, Mantua), trataron de extender su poder político y cultural sobre las ciudades vecinas. Si bien esas ciudades rivalizaban, no estaban cerradas al mundo exterior, y las alianzas entre las ciudades favorecieron la difusión de las modas, las ideas y las artes.

Obras renacentistas - Rafael - El Juicio Final
«El Juicio Final» – Miguel Ángel

Cinquecento

A pesar de las guerras, Italia, aunque dividida, mantuvo el liderazgo artístico. Roma reemplazó a Florencia, convulsionada por problemas políticos. Los papas convocaron a Bramante, Rafael, Miguel Ángel y Leonardo da Vinci para construir y decorar el Vaticano. Destacaron también Mantua, Ferrara, Urbino y Venecia, que ocupó un lugar decisivo en la producción artística de la península.

Tiziano, Tintoretto y el Veronés recibieron encargos de las principales cortes principescas. En toda Europa, los artistas instauraron la costumbre del viaje a Italia.

En Roma y Florencia, pintores y escultores comenzaron a organizarse en academias, y sus obras se difundieron mediante la técnica de grabados impresos. La tradición flamenca persistía en las obras del Bosco y de Peter Brueghel (el viejo), pero la mayoría de los artistas del norte de Europa, como Durero, Cranach y Holbein, se inspiraban en Italia, aunque sin perder sus características.

A la armonía sobria y serena del apogeo del Renacimiento se impuso el manierismo. Los pintores prefirieron los colores de tonos pastel y los encuadres originales para representar temas más sensuales e incluso extraños, y alargaron las formas (el Greco)

Principales Artistas del Renacimiento

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