1500-1505, óleo sobre tela, 83 x 73 cm, Galería de la Academia de Venecia.
Comentario de «La tempestad de Giorgione»
El pequeño lienzo conocido como «La tempestad» es una de las poquísimas obras que con plena seguridad podemos asignar a Giorgione, artista que, a pesar de la brevedad de su vida, fue un revolucionario genial e instauró la tradición pictórica veneciana del siglo XVI.
El cuadro define la aportación histórica de Giorgione y sintetiza sus cualidades como pintor mejor que ninguna otra de sus obras. «La tempestad», realizada probablemente a principios del siglo XVI, marca una ruptura total en técnica y estilo con la tradición pictórica veneciana representada por Giovanni Bellini, su principal maestro.
Por la composición, dominada por el paisaje, y el tema, en apariencia profano, la pintura pertenece a un género o una tipología no conocidos con anterioridad y constituye uno de los primeros ejemplos de lo que los venecianos después llamarían genéricamente poesía : poemas pictóricos.
En realidad es el carácter profundamente poético de la escena, con su indefinible clima general, lo que le confiere una persistente fascinación, casi con independencia de su significado histórico.
«La tempestad» conserva su importancia cardinal como la obra que marca, con más rotundidad que ninguna otra, una ruptura con la tradición pictórica del Quattrocento.
Y, además, en cuanto que liberó totalmente a la pintura de su supeditación al dibujo y señaló la vía de acceso a toda la gama de recursos visuales y expresivos de la técnica del óleo, que después serían utilizados y estudiados por Tiziano y, más adelante, por Rubens, Rembrandt y Velázquez.
