Jacob Jordaens, artista barroco, nació en Amberes en 1593, en el seno de una familia de comerciantes de telas. Su formación artística la realizó en el taller de Adam van Noort donde entró en 1607, a la edad de catorce años.
Al período entre 1616 y 1620 pertenece una gran número de variaciones sobre los temas de la Adoración de los pastores y la Sagrada Familia, pintadas para el mercado burgués acomodado.
Biografía y Obra de Jacob Jordaens
Estas obras tempranas (que revelan influencias de Rubens y de Abraham Janssens, que concurren con las de su propio maestro), a las que da un carácter popular y anecdótico, son quizá sus mejores interpretaciones de estos temas devocionales.
En los cuadros de asunto mitológico y alegórico de esta primera fase de la evolución artística de Jordaens, éste trata a los actores de la historia con el mismo realismo con el que representa a los rudos pastores en las Adoraciones, evitando toda idealización. En estas pinturas también utiliza el claroscuro, que tanto contribuye al vigor del modelado de las formas de sus personajes.
Entre 1619 y 1628 , Jordaens pintaría sus más hermosos cuadros de temas profanos y mitológicos, a los que prestan un carácter muy personal los elementos naturalistas y anecdóticos sobre los que el maestro hace hincapié.
En estos cuadros Jordaens funde con gran originalidad la pintura de género con la de historia. Uno de los temas que aparecen repetidamente a lo largo de su carrera es el de la fábula del sátiro y la familia campesina tratada como escena de género.
Así, por ejemplo, la «Alegoría de la Fertilidad» (en Bruselas). Otro de los temas ilustrados en diferentes versiones, a partir de los años veinte, es el de la fertilidad de la tierra, en forma alegórica; destaca en este caso el «Homenaje a Ceres» (Museo del Prado), cuadro de formato vertical relativamente estrecho, donde los campesinos rinden tributo a la diosa, y forman, con sus animales y vasijas, un abigarrado grupo de vibrante colorido, más informal y animado que el de la Alegoría de Bruselas, de formato apaisado, en el cual domina la nota de meditación.
La época más brillante en la producción pictórica de Jordaens en cuanto a invención y ejecución es, sin duda, la de los años veinte. Durante la década siguiente, se efectúa una cambio de dirección en su pintura, que se inicia ya en 1628 con una de las comisiones más importantes que recibiría a esta altura de su carrera artística: el «Martirio de santa Apolonia», pintado para la iglesia de san Agustín de Amberes.
Al igual que Rubens, Jordaens también fue autor de cartones para tapicerías, pero en su caso, esta actividad es más importante dentro de la totalidad de su obra.
Desde 1630 hasta 1670, diseña por lo menos siete grandes ciclos de tapices. En esas mismas décadas, muy fructíferas para Jordaens, éste empieza también a ejecutar sus primeras versiones de ciertos temas no canónicos que luego habría de repetir con frecuencia.
Uno de ellos es el de «¡El rey bebe!», y el otro es la ilustración del refrán «Como cantan los viejos, así pitan los niños». Jacob Jordaens es el único pintor de primera fila del siglo XVII que dedica su arte a la ilustración de proverbios, y el último que habría de dedicar a este género parte sustantiva de su obra; sólo Brueghel el Viejo, en el siglo anterior, había elevado este tipo de asunto al rango de pintura de historia.
Tampoco se había tratado antes la pintura de género con comparable monumentalidad, en cuadros de las dimensiones que tienen los de Jacob Jordaens.