Donatello (Florencia, 1386 – 1466)

En el transcurso del siglo XV, la multiplicación de los encargos creó un clima de emulación y competitividad que favoreció la creación y la innovación.  Donatello se impuso en el campo de la escultura.

El David de Donatello

Biografía y obra de Donatello

Los escultores florentinos, impregnados de cultura humanista, adquirieron poco a poco la convicción de que la perfección plástica sólo podía alcanzarse con la imitación de la Antigüedad. 

Esta nueva tendencia revolucionó su arte. Con el redescubrimiento del bronce, material de excelencia según la concepción de Plinio, esta revolución fue primero técnica (Ghiberti, «san Mateo»), aunque también iconográfica.

El hombre se convirtió en el centro de las preocupaciones artísticas: los bustos (Antonio Rosselino, «Giivanni Chelinni»), las medallas, las estatuas ecuestres  y los monumentos funerarios (Lucca della Robbia, tumba del obispo Benozzo Federighi) fueron los preferidos por los escultores y permitieron la exaltación de las virtudes humanas. La influencia sobre los artistas fue puramente plástica. 

Su estilo, menos espigado y más normativo, se preocupó por reproducir las realidades del mundo natural. Así, el estudio de la anatomía humana (acentuado por el «contrapposto», contrapunto que se logra cuando el peso del cuerpo recae sobre una sola pierna), el del movimiento y el de la perspectiva se convirtieron en los principales temas de investigación de pintores y escultores.

Donatello se inició en el taller de Ghiberti, mientras este terminaba las puertas del baptisterio de Florencia . Sin embargo, desde 1410 su estilo innovador e independiente se impuso al de su maestro, así como al de sus contemporáneos. 

Amigo de pintores y de Brunelleschi,  compartió con ellos la misma preocupación: representar de forma realista el espacio y el cuerpo humano. Donatello, atraído por la antigüedad,  hizo numerosos viajes a Roma acompañado de Brunelleschi. 

La confrontación con las obras romanas fue determinante para el artista, que siguió el modelo de los antiguos en su obra «David», primer desnudo en bronce fundido desde la antigüedad,  y en la estatua ecuestre de «Gattamelata» en Padua.

Sin embargo, la genialidad de las piezas de Donatello  reside en su carácter profundamente personal y expresivo. Sus primeras esculturas (los profetas para el campanil) manifestaron el furor de su inspiración. 

Al utilizar por primera vez los recursos del «non finito» (inacabado), confirió a sus últimas esculturas un alcance trágico y fuertemente expresionista («Magdalena», «san Juan Bautista»).

Sin duda, el carácter demasiado innovador de las obras de Donatello explica la escasa influencia que estas ejercieron en los escultores de su tiempo.  Por el contrario, en el campo de la pintura, su obra tuvo un impacto inmediato (Mantegna, Andrea del Castagno). Como señalaba Leon Battista Alberti, la pintura y la escultura eran todavía en el siglo XV «artes emparentadas, alimentadas por un solo y mismo genio»