Las meninas de Velázquez

Las meninas de Velázquez, obra creada en 1656, óleo sobre lienzo,  318 x 276 cms. Museo del Prado.

Las Meninas de Velázquez

La obra, ejecutada en 1656, es unánimemente reconocida como la obra maestra de Velázquez.  En 1666, los inventarios la citan como «El cuadro de la familia». Su denominación actual, «Las meninas», viene del siglo XIX: «menina» es una palabra portuguesa  que significa «dama de honor».

Comentario y análisis de la obra Las Meninas de Velázquez

En el cuadro aparece Velázquez pintando. En el centro está la infanta Margarita con doña María Agustina de Sarmiento a su izquierda y doña Isabel de Velasco a su derecha, ambas damas de honor de la infanta.

Están también los enanos Mari Bárbola y Nicolasito Petusato, éste hostigando al perro. En segundo plano, a la derecha hay dos figuras de pie: doña Marcela de Ulloa, afecta al servicio de las damas de la reina y, según se cree, don Diego Ruiz de Azcona, no identificado con seguridad a causa de la sombra que lo envuelve. 

En el vano de la salida se encuentra den José Nieto Velázquez,  aposentador de palacio y quizá pariente del pintor. En el espejo vemos las imágenes de la reina Mariana de Austria y del rey Felipe IV, a quienes podemos suponer posando ante el caballete del artista.

Los dos cuadros que se ven sobre el espejo son escenas mitológicas,  copiadas respectivamente de una obra de Rubens («Palas y Aracne») y de un cuadro de Jacob Jordaens («Apolo y Marsias»).

En el grupo, estudiado con gran detenimiento, cada personaje tiene un lugar preciso en línea con las rígidas costumbres de la corte española de aquel tiempo. El artista, que retrata con claridad su propio rostro a la izquierda del cuadro, tiene un papel poco más que secundario. 

Sabe infundir a esta escena un realismo suyo muy personal: el cuadro se convierte así en algo que es mucho más que un mero documento fotográfico de la vida. Desde este momento, su técnica será insuperable, mostrando el poder que un artista puede ejercer sobre el mundo visible y la supremacía que el arte posee en su enfrentamiento con la realidad.

En los inventarios de palacio la obra se menciona con el título de «El cuadro de familia». La denominación de «Las meninas» data del siglo XIX; menina es una palabra portuguesa que significa «dama de honor».

Las meninas en este cuadro, son doña María Agustina Sarmiento y doña Isabel de Velasco, a derecha e izquierda de la infanta Margarita.

La obra es una estampa familiar de extraordinario realismo, no solo por el retrato de los personajes , sino también por la correcta aplicación de las rígidas usanzas de la corte española.

Diego Velázquez autorretrato en la obra de las meninas
Autorretrato de Velázquez en la obra de «las meninas«

Es genial la inclusión de una puerta abierta que da a una escalera iluminada por una ventana lateral; por la puerta sale don José Nieto Velázquez, aposentador de palacio.

Tal y como se hace patente en la imagen del revés de la tela delante de la cual el artista se representa, esta pintura explora el juego de las apariencias y los mecanismos de la creación artística.

Velázquez se autorretrata con la pareja real, que se encuentra fuera de la pintura,  en el lugar del observador del cuadro, y que se refleja en el espejo del fondo.

A la izquierda del pintor se encuentra la infanta Margarita, rodeada de su pequeña corte. Al fondo se representa a don José Nieto detenido en la escalera.

Colgados en los muros, cuadros de Rubens evocan la cultura artística y las funciones de Velázquez como conservador.

Crónica de la vida palaciega y retrato de grupo con accesorios, esta obra constituye una verdadera alegoría de su función personal de pintor de corte.

Este cuadro fascinó a Picasso, que realizó alrededor de cuarenta variaciones sobre el tema.

¿Qué pintaba el artista? No son el rey y la reina, que aparecen en el umbral, sino lo que contemplamos acabado, como en una engañosa realidad paralela.

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