C. 1480-1487, pintura sobre tabla, 471 x 258 cm, Galerías de la Academia, Venecia.
En plena madurez artística Giovanni Bellini realiza la «Pala de san Giobbe» para la iglesia homónima de Venecia, hoy en las Galerías de la Academia.
Comentario de «La pala de San Giobbe» de Giovanni Bellini
Considerada por algunos su obra maestra, es de cronología discutida, pero, en cualquier caso, pintada después de que Giovanni realizase el retablo de la glesia franciscana de Pesaro, que le llevó a las Marcas y le brindó la oportunidad de conocer directamente el arte de Piero della Francesca.
Se evidencia sobre todo en la concepción de la arquitectura monumental y, en este caso, cerrada, que acoge la Sacra Conversazione pintada por Bellini. La Virgen y el Niño entronizados en lo alto de una marmórea cátedra en cuyo zócalo tres ángeles tañen instrumentos musicales y acompañados, a la izquierda por san Francisco, san Juan Bautista y san Job (Giobbe) -elmtitular de la iglesia-, y, a la derecha, por santo Domingo, en actitud de lectura, san Sebastián y san Luis de Tolosa.
Aparecen todos ellos cobijados por una gran bóveda casetonada de medio punto que descansa a través de un recio pero austero entablamento en pilastras con capiteles jónicos y fuster adornados con grutescos.
En esta obra, en la que aún late la linealidad del dibujo heredado de Mantegna, los ecos del tardogoticismo de Jacopo y la expresividad donatelliana, Giovanni Bellini se adentra por los caminos de lo que será la modernidad, como se aprecia en sus figuras que, fuertemente modeladas con exquisita corrección anatómica, se ordenan en grupos de a tres -cóncavos unos (el de los ángeles), convexos los otros (los de los santos)-, y huyen de cualquier hieratismo, incluso el de la arquitectura que los contiene, desarrollándose en un espacio volumétrico rico en matices lumínicos.