El expresionismo se desarrolló principalmente en Alemania, entre los años 1900 y 1925, a través de dos corrientes: Die Brucke (el puente) y Der Blaue Reiter (el jinete azul). Para ellas, la renovación no debía ser solamente formal, sino que debía dar lugar a un pensamiento nuevo.
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¿Qué es el Expresionismo o Arte Expresionista?
El Expresionismo es un movimiento artístico que se opone al naturalismo y al impresionismo, que buscaban representar la realidad de forma objetiva y fiel. El Expresionismo, en cambio, pretende expresar la realidad de forma subjetiva y deformada, según la visión personal del artista. El Expresionismo no se basa en la imitación de la naturaleza, sino en la creación de formas originales y simbólicas que transmitan las emociones y sensaciones del autor.
¿Cuándo y dónde surgió el Expresionismo?
El Expresionismo surgió en Alemania a principios del siglo XX, en un contexto histórico marcado por la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la crisis económica y social y el auge del nacionalismo y el totalitarismo. Estos acontecimientos influyeron en el pesimismo y la angustia de los artistas expresionistas, que denunciaron la violencia, la injusticia y la alienación de la sociedad moderna.
Historia del Expresionismo
El Expresionismo o Arte Expresionista es un movimiento cultural nacido en Alemania a principio del siglo XX. El expresionismo abarcó diferentes campos como las Artes Plásticas, la Arquitectura, literatura, cine, música, teatro, danza y fotografía entre otros…
Su primera manifestación fue en el terreno pictórico, surgido junto al Fauvismo francés, ambos movimientos se convirtieron en las primeras «vanguardias del siglo XX«.
Surgió como reacción a la pintura Impresionista, frente a su naturalismo y positivismo, los artistas expresionistas defendían un arte más personal e intuitivo, donde predomina la visión interior del artistas, «la expresión» frente a la plasmación de la realidad «la impresión».
Orígenes del Expresionismo
El expresionismo se inspiraba fundamentalmente en Vincent Van Gogh y Edvard Munch, que veían en el color algo más que una posibilidad ofrecida a la pintura para abandonar la convención que aún la unía a la realidad óptica.
Ellos consideraban el color y la forma un todo que se prestaba para expresar las emociones y las pasiones humanas, sobre todo el dolor, y, en primer lugar, el propio. “El grito”, pintado por Munch en 1893, contenía el germen del manifiesto plástico de esta corriente artística.
El denominador común del expresionismo es el antinaturalismo. Ya no se trataba, en sentido estricto, de imitar o copiar la naturaleza, sino de crear, de dar al artista la prerrogativa de su papel de creador.
Hubo expresionistas destacados, como Nolde y Kirchner o Kokoschka en Viena. Kokoschka, durante los años en que Freud estaba ideando el psicoanálisis en esa ciudad, realizó una llamativa serie de retratos en los que se zambulló en las profundidades de los inconscientes.
A diferencia del fauvismo, el Cubismo y el Futurismo, quienes se preocuparon en diferentes grados por brindar una imagen de lo visible, el Expresionismo explora los aspectos más violentos e intensos del mundo interior, lo que explica por qué nunca se manifiesta mejor que en tiempos de crisis social y desorden espiritual.
Los precursores del movimiento Expresionista
Pintores como Munch y Ensor fueron sus precursores; en su trabajo, la dificultad de la existencia y la afinidad por la muerte son primordiales. Su influencia en el expresionismo fue comparable al impacto de Cézanne en el cubismo. Mientras los fauvistas tenían una concepción constructiva y emotiva del color, los expresionistas solo soñaban con disonancias, con desgarrar las cosas.
Exigieron que los acentos de color traduzcan «las terribles pasiones humanas», como Van Gogh le había escrito a su hermano Theo, y sólo se preocuparon por gritar. No se expresaron únicamente a través de la destrucción de formas y el grafismo.
Teniendo en cuenta lo violento que es el siglo XX, algunos teóricos han intentado extender el término expresionismo a todo lo que es más constante y más fecundo en el arte moderno. Ese punto de vista es, sin embargo, una exageración, ya que el expresionismo no significa nada muy específico.
Probablemente no sea accidental, sin embargo, que la Escuela de Nueva York, que surgió durante e inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, llegó a ser conocida como Expresionismo Abstracto, lo cual es bastante inapropiado para algunos de sus miembros.
Artistas como Willem De Kooning, Franz Kline y Jackson Pollock están, de hecho, más o menos directamente afiliados al expresionismo, además de ser contemporáneos de los campos de concentración y la bomba atómica.
La Pintura Expresionista y sus movimientos
Hay dos grupos que generalmente se consideran los representantes de la pintura Expresionista: por un lado, Die Brücke (el puente) creado en Dresde, de 1905 a 1910 y por otro lado, The Blue Rider (Der Blaue Reiter) creado en Munich, de 1911 a 1913.
El término Expresionismo fue acuñado en Alemania como reacción al impresionismo. Si bien la idea del expresionismo siempre estuvo presente, se generalizó a través de la revista Der Sturn (tormenta), que no dudó en extender el expresionismo a todas las vanguardias surgidas entre 1910 y 1920.
Corriente Die Brucke
El grupo Die Brucke, fundado en Dresde en 1905, reunió a Kirchner, Emil Nolde, Otto Muller y Karl Schmidt-Rottluff, entre otros artistas. El movimiento se disolvió en 1913. Sin embargo, a partir de 1910 el término “expresionismo” comenzó a utilizarse con gran frecuencia.
En el plano formal, la sinuosidad, la simplificación de las líneas y el trazo acentuado, eran característicos del expresionismo. Los temas estaban estrechamente ligados al entorno y el cuadro formaba un todo en el que sus partes eran igualmente significativas.
Para estos artistas, a diferencia de los fauvistas, el color no expresaba júbilo, sino una angustia existencial. La exacerbación vengativa del color, especialmente en Kirchner, agredía al buen gusto burgués de la época y se complacía en denunciar su hipocresía.
En Austria, las obras de Egon Schiele, que llevaron la provocación hasta el límite al mezclar imágenes de muerte y erotismo, y las obras de Oskar Kokoschka, con dibujos tortuosos de formas desgarradas, pertenecían a la misma corriente violenta del expresionismo.
Corriente Der Blaue Reiter
El movimiento Der Blaue Reiter fue fundado en Munich en 1911 por Kandinsky y Franz Marc. Una tela pintada por Kandinsky en 1903 dio su nombre a esta tendencia pictórica, que manifestaba una voluntad de evasión por medio del lirismo del color.
Si bien su deseo de emancipación era el mismo que el de Die Brucke y sus exposiciones eran comunes, las posturas pictóricas eran divergentes. Su técnica predilecta ya no era el grabado, sino la acuarela, con la que podían rebajar el color, como hicieron Paul Klee, August Macke y Franz Marc.
Los artistas de Der blaue Reiter estaban unidos por un objetivo común más que por un estilo, como se hace patente en la publicación del “Almanaque del jinete azul”, en el cual los propios artistas expresaban su posición respecto a la evolución del arte moderno, el papel del color, la liberación del principio de imitación sobre el que descansaba el arte desde el Renacimiento y el retorno a lo primitivo. Algunos músicos, como Schonberg y Berg, participaron con sus composiciones en esta aventura.
Con la primera guerra mundial, el movimiento se disolvió y los artistas tomaron caminos divergentes en su búsqueda por crear el arte moderno. Los creadores describieron el desastre de la guerra que se prolongó en la sociedad alemana: la ciudad, lejos del optimismo modernista, era el lugar de la miseria, de los inválidos y las prostitutas.
La cruda influencia de la Guerra
Después de la masacre, el desnudo perdió su erotismo y se tornó horroroso. La pintura figurativa de Max Beckmann, Grosz, Dix y otros, no supuso necesariamente una vuelta a los valores del pasado, sino que se concibió como el medio más objetivo de transcribir la realidad de un mundo en crisis. Los artistas de la Neue Sachlichkeit (nueva objetividad) fueron reprimidos por los nazis porque los consideraban degenerados.
Grosz conservó de su actividad de dibujante satírico el arte del trazo y de la caricatura. Protagonista del dadaísmo, del que fue “jefe de propaganda” en Berlín entre 1918 y 1920, ingresó en el Partido Comunista en 1918 y presidió el grupo Rojo (Rote Gruppe) desde 1924. Irónicamente, fue condenado dos veces por indecencia por la sociedad a la que intentó reflejar. Dix quedó marcado por su experiencia en la guerra, la cual fue reproducida obsesivamente en imágenes sin concesión
¿Qué factores favorecieron el desarrollo del Expresionismo?
El desarrollo del Expresionismo estuvo favorecido por varios factores, tanto internos como externos al movimiento. Entre los factores internos, podemos destacar:
- La influencia de algunos artistas precursores, como Vincent van Gogh, Paul Gauguin, Edvard Munch o James Ensor, que introdujeron elementos novedosos en la pintura, como el uso del color, la deformación de las formas, la expresión de los sentimientos o el simbolismo.
- La amistad y la colaboración entre los artistas expresionistas, que compartían ideas, técnicas, estilos y temas. Los expresionistas se agruparon en asociaciones, revistas, exposiciones y manifiestos, donde defendieron su arte y su visión del mundo. Algunos de estos grupos fueron Die Brücke, Der Blaue Reiter, Die Neue Sachlichkeit o Der Sturm.
- La creación de un lenguaje artístico propio y original, que se alejaba de las convenciones académicas y buscaba una mayor libertad y experimentación. Los expresionistas utilizaron recursos como el color intenso y contrastado, la línea dinámica y nerviosa, la forma simplificada y esquemática, la perspectiva distorsionada o el plano inclinado.
Entre los factores externos, podemos mencionar:
- El contexto histórico y social de Alemania y Europa, que ofreció a los expresionistas un escenario dramático y conflictivo para plasmar sus obras. Los expresionistas se inspiraron en los acontecimientos políticos, económicos y culturales de su época, como las guerras, las revoluciones, las crisis o los movimientos sociales.
- El contacto con otras culturas y corrientes artísticas, que enriqueció el repertorio estético y temático de los expresionistas. Los expresionistas se interesaron por el arte primitivo, el arte medieval, el arte oriental o el arte africano, que les aportaron una visión diferente y exótica del mundo. También se relacionaron con otras vanguardias europeas, como el cubismo, el futurismo o el surrealismo, que les influyeron e intercambiaron influencias.
- El apoyo de algunos críticos de arte, coleccionistas, galeristas y mecenas, que difundieron y valoraron el arte expresionista. Algunos de estos personajes fueron Herwarth Walden, Paul Cassirer, Karl Ernst Osthaus o Hugo von Tschudi.
Características del Expresionismo
El Expresionismo no fue un movimiento con características propias, más bien, fue un movimiento heterogéneo definido por una actitud y una forma de entender el arte, lo que permitió que se englobaran a diversos artistas de tendencias diversas, con diferente formación y nivel intelectual. Aún así, podemos identificar a «grosso modo» las siguientes características del expresionismo:
- Rechazo a las características principales del Impresionismo: Se impone la «Expresión» del artista frente a la plasmación de la realidad «impresión».
- Posturas pictóricas divergentes: Dentro del Expresionismo encontramos dos corrientes distintas y con ellas diferentes técnicas pictóricas. En la corriente Die Brucke predominaba el grabado, en contraposición, en la corriente Der Blaue Reiter predomina la acuarela.
- Rechazo al positivismo.
- No importa ni la luz ni la perspectiva.
- Suelen expresar escenas dramáticas, tragedias interiores…
- La luz y la perspectiva se distorsionan de forma intencionada.
Principales Pintores Expresionistas
- Kirchner
- Emil Nolde
- Otto Muller
- Karl Schmidt-Rottluff
- Kandinsky
- Franz Marc
- Paul Klee
- August Macke
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