Comentario de la obra «La Parábola de los Ciegos»
La parábola de los ciegos es una obra del pintor flamenco Peter Brueghel el Viejo. Es un óleo sobre tabla, pintado en el año 1568. Mide 86 x 154 cm y se exhibe actualmente en el Museo di Capodimonte de Nápoles . Seis ciegos caminan unos delante de los otros.
Un guía, también ciego, los precede y cae en un agujero. Los otros irán detrás. La pintura se basa en un dicho de Cristo (Mateo 15,14) que dice: «Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo». Con este cuadro Brueghel quiso dar una interpretación moral: cada cual que reconozca su ceguera, y desde luego es muy importante no seguir la de los demás.
Despertar en el espectador un sentimiento de compasión con los desdichados afectados por la ceguera no era ciertamente la intención del artista. Como la parábola, el cuadro de Brueghel trata de la ceguera espiritual: ceguera de los que guían y de los que siguen.
¿Apunta Brueghel al clero o, por el contrario, a los dirigentes políticos? Entre los dos ciegos que han caído ya en el arroyo y los cuatro del fondo que marchan todavía sobre tierra firme, se sitúa un claro en el que, en la lejanía, se alza una iglesia que alza la flecha de su campanario hacia el cielo.
¿Han abandonado los ciegos el camino recto? ¿Quizá han extraviado su caminar a pesar de la iglesia? Se estudia a Brueghel desde hace años y a menudo nos apercibimos de un detalle nuevo que nunca habíamos observado con anterioridad: en el centro de este apacible paisaje, ¿Qué significa, justamente, ese manzano seco dispuesto entre los ciegos del primer plano y la iglesia del fondo?