La predicación de San Juan – Lucas Cranach el Viejo

Siglo XVI, obra del renacimiento Alemán. Óleo sobre tabla, 47x38cms.

La predicación de San Juan, obra renacentista alemana de Lucas Cranach el Viejo
La predicación de San Juan obra de Lucas Cranach el Viejo

Comentario de la obra «La predicación de San Juan» obra de Lucas Cranach el viejo

San Juan se distingue, sobre un tronco de árbol cortado a manera de alto podio rústico, de la atenta multitud, custodiada por tres soldados armados y a caballo. La densidad del follaje oculta y reduce el celaje a una estrecha franja vertical, azul, blanquecina y luminosa, que acentúa el efecto de profundidad del fondo.

La gravedad de los modelos,  acorde al interés que suscita en la muchedumbre la palabra del santo, se distancia de la complacencia de Cranach en el desnudo y el movimiento curvilíneo de sus temas mitológicos, pero, en cambio, la densidad y riqueza en detalles de la floresta  corresponde a su interés en describir arbustos y boscajes en sus escenarios de caza.

Friedlander y Rosemberg citan sin reproducir una versión de la «Predicación de san Juan», un tema inusual que Cranach dedica  al Nuevo Testamento  («The paintings of Lucas Cranach» , ed. 1978, número 110 c).

Versión que incluyen en el período de 1518-1520, y que permite fechar en estos mismos años la pintura en estudio, a juzgar, además, por el grabado del mismo tema, en madera y fechado en 1516 (C. Rouches: «Cranach l’Ancian 1472-1553», 1955, fig. 26).

La silueta de san Juan enmarcada entre troncos y la idea básica del paisaje se proyectan ya en el grabado, aunque en la pintura que estudiamos reemplace las siluetas sedantes  y alienadas en planos escalonados por un grupo de creyentes, damas en su mayoría, de pie y en vertical.

Los rojos, saturados e intensos, salpican de color la oscuridad ambiental;  el rostro, de frente y levemente inclinado, de una de las asistentes, y los amplios escotes velados de transparencias blanquecinas, evocan sus típicos modelos, femeninos y gráciles, y la tonalidad grisácea de las carnaciones y el toque encendido de los pómulos, sus gamas cromáticas.

Los rostros de frentes amplias, ojos de diseño oblicuo y mentones menudos y marcados transcriben el ideal de belleza femenina del repertorio humano de Cranach, y el cráneo aplastado y los ojos vivos y expresivos de san Juan y los soldados, sus modelos más conocidos.

El perfil del campesino se repite en el soldado de «Cristo y la adúltera» (op. cit. número 21), y el caballo, de testa pequeña y pupilas grandes y redondas, se reproduce idéntico en sus pinturas conocidas y en las series de grabados. El diseño de la armadura y los tocados de plumas son elementos de marcado carácter decorativo, constantes en sus obras.