Escultura Románica

La escultura románica hereda ciertos caracteres bizantinos, persas, árabes y romanos, dando lugar a obras sobre todo de carácter católico, las cuales servían como vehículo propagandístico para acercar a la plebe la Palabra Sagrada.

La escultura del periodo románico destaca por su simetría y por su rigidez, exagerando muchas veces las formas o las expresiones. Las esculturas solían tener un fuerte carácter católico y se podían apreciar con mucha frecuencia en las fachadas y columnas de las Iglesias.

Solía crearse en diferentes materiales, predominando la piedra y la madera policromada. Las principales esculturas románicas solían ser crucifijos, Vírgenes con niños, diferentes santos y simbología católica.

Escultura románica

Breve Historia de la Escultura Románica

Después de haber sido prácticamente abandonada durante la alta edad media, en el siglo XI se produjo un renacimiento de la escultura monumental.

Aunque este fenómeno estuvo determinado por la arquitectura, también reflejó la voluntad de magnificar el espacio sagrado con el aumento de la decoración y la preocupación por otorgar un significado especial a algunas partes del edificio, como la fachada, utilizando un programa iconográfico frecuentemente consagrado al Apocalipsis o al Juicio Final.

La elección de los programas escultóricos para la entrada de un edificio dedicado al culto permitía asegurar, simbólicamente, el paso entre el mundo exterior y la Iglesia. Sin embargo, la forma particular del tímpano y su reducida superficie obligan a transportar los textos de forma sintética; el arte románico utilizó cánones de representación que no dudaban en deformar completamente la figura humana.

Estilísticamente, se observa un buen número de rasgos comunes en el conjunto de la escultura románica de la primera mitad del siglo XII:

  • Una actitud agitada y casi danzante de los personajes
  • Esquematización antinaturalista de los pliegues
  • Relleno del cuadro arquitectónico que constreñía y deformaba a los personajes para adaptarlos al espacio.

En los últimos grandes edificios románicos el programa escultórico se extendió algunas veces sobre varios pórticos, acompañados de figuras de gran tamaño.

En España, entre otros conjuntos, sobresale el pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, atribuido al maestro Mateo, obra de transición del románico al gótico: en el parteluz del arco central se sitúa al apóstol Santiago, con expresión pensativa, mientras que en las jambas destacan las figuras de los profetas y apóstoles, con intensas expresiones de los rostros y gran riqueza en los pliegues de los ropajes.

Pórtico de la Gloria, ejemplos y características de la Escultura Románica
Pórtico de la Gloria

Durante la alta edad media, la producción de capiteles se limitó esencialmente a obras de pequeño tamaño, frecuentemente ornamentales y que reproducían en forma esquemática el modelo corintio antiguo.

Sin embargo, los escultores de comienzos del siglo XI cuestionaron este modelo, y el capitel, ligado a la arquitectura, adoptó una escala totalmente diferente, de modo que obligó a los escultores a establecer un nuevo repertorio, inspirado a veces en el arte de la iluminación, de la orfebrería y del tallado en marfil.

El gran problema consistía en trasladar los motivos a una superficie tan restrictiva como la del capitel. Como solución, los escultores imitaban a veces los capiteles más antiguos, como por ejemplo los bizantinos de finales de la antigüedad (con cabezas de carnero) o los corintios (con hojas de acanto).

Rápidamente constataron que era posible adaptar sobre la repisa o ménsula todo tipo de representaciones ornamentales o iconográficas, lo que dio lugar a uno de los grandes inventos de la escultura románica, el capitel historiado.   

Características de la Escultura Románica

La escultura románica estuvo presenta sobre todo dentro de la arquitectura, a modo de decoración. Dentro de la escultura románica podemos encontrar las siguientes características:

  • La escultura románica se basa en el anti naturalismo.
  • No hay cánones de proporcionalidad en las figuras, ni equilibrio entre masa y peso.
  • Las figuras tienden a ser rígidas, carecen de movimiento alguno.
  • Ausencia de volumen, las obras son planas y simétricas, predominio de la frontalidad.
  • Suelen tener un carácter religioso.
  • La escultura románica estará subordinada al espacio arquitectónico.
  • Las figuras se ajustan según las forma y el espacio del capitel.
  • Tenían una misión didáctica y decorativa.
  • La escultura románica suele emplearse para la decoración de edificios religiosos.

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