Philip Guston (1913, Montreal -Canadá- / 1980, Woodstock -USA) era hijo de inmigrantes rusos originarios de Odessa y se crió en Montreal y Los Ángeles.
Comentario de la obra «The Tormenthors» de Philip Guston
Empezó a dibujar viñetas siendo todavía joven y se matriculó en un curso por correspondencia de la School of Cartooning de Cleveland.
Durante los estudios que realizó en la década de 1930 analizó, además de otros temas, la «pittura metafisica» de Giorgio de Chirico y sus modelos históricos, entre ellos los frescos de pintores italianos renacentistas como Masaccio, Andrea Mantegna y Paolo Uccello.
A finales de los años treinta, Guston colaboró en el proyecto nacional de fomento de las artes de la Works Progress Administration, en concreto en el área de la pintura mural, medio por el que esperaba lograr efectos sociales más amplios con su pintura figurativa políticamente comprometida.
Las obras de Guston se caracterizan por relacionarse con frecuencia entre sí genealógicamente; muchos de sus cuadros desarrollan elementos de creaciones anteriores.
Refiriéndose a su estilo, escribía Guston en 1966 en la revista ArtNews: «Pintar significa siempre empezar de nuevo, eso sí, sin poder evitar los argumentos habituales acerca de cómo se ve uno a sí mismo al hacerlo. El lienzo en que se trabaja modifica los precedentes en una cadena infinita y desconcertante que parece no tener fin».
Considerado como su primer cuadro abstracto, Guston pintó «The Tormentors» («Los torturadores») en una época en que la mayoría de los artistas vinculados al expresionismo abstracto se desentendía de la pintura figurativa.
La composición de «The Tormentors» incorpora motivos de un cuadro figurativo anterior, «Porch number 2» (1947), que refleja el acercamiento de Guston a la pintura expresionista de Max Beckmann (1884-1950); ambos pintores trabajaron durante algún tiempo influidos por las consecuencias de la Primera y la Segunda Guerra Mundial respectivamente.
Las fotografías tomadas por Margaret Bourke-White durante la liberación de los prisioneros del campo de concentración de Buchenwald constituyeron un impulso importante para los cuadros que Guston pintó en la posguerra inmediata; dicha fotografías aparecieron en mayo de 1945 en la revista norteamericana «Life».
Recurriendo a una escenificación teatral, «Porch number 2» presenta a varios niños en un porche escenográfico; los miembros amputados y el cuerpo sin cabeza colgado de los pies evocan imágens de actos brutales.
En «The Tormentors», las referencias figurativas son muy tenues, en tanto que el título apunta a una situación traumática. Guston insistía en el aspecto narrativo de su pintura, aun cuando a finales de los años cuarenta y durante los años cincuenta la misma tendía a la abstracción.
En 1960, a punto de aparecer innovadoras tendencias figurativas como el «nouveau réalisme» y el «pop art«, dijo en una mesa redonda: «Hay algo de ridículo y de lamentable en el mito que heredamos del arte abstracto: que la pintura es autónoma, pura y un fin en sí mismo, por lo que habitualmente analizamos sus componentes y definimos sus límites.
Pero la pintura es «impura». Es el reajuste de las «impurezas» lo que fuerza su continuidad. Somos creadores de imágenes y estamos poseídos por ellas».