1475-1476. Pintura sobre tabla, 46 x 36,5 cm. National Gallery de Londres
El «San Jerónimo en su estudio» es una de las obras más emblemáticas de la producción antonelliana. En esta pequeña tabla Antonello sintetiza los conocimientos adquiridos durante su larga andadura artística, desde la precisión y el detallismo flamenco, hasta el dominio de la perspectiva, aprendido de Piero della Francesca , y de la luz belliniana.
En esta tabla, la superficie deja de ser ventana y se convierte en puerta de arco de diafragma de clara influencia catalano-aragonesa que, a través de la presencia de lo simbólico, separa el espacio de la realidad de de la historia.
En este, la arquitectura gótica multiplica sus formas hasta alcanzar el infinito del paisaje que se asoma tras las ventanas y devuelve nuestros ojos a la realidad. Entre una y otra realidad, el estudio del santo es un cubo de geometría pura que permite presentar la figura del santo de perfil.
Pero no habría ni realidad ni historia si no fuera por la luz, una luz que modela los volúmenes y define los cuerpos al tiempo que multiplica «ad infinitum», como si de un juego de espejos se tratara y como lo hace la perspectiva del suelo, la presencia del espacio, de un espacio de formas góticas y sentido renacentista.