La oración en el huerto – Bellini

C. 1460, pintura sobre tabla, 81 x 127 cm, National Gallery de Londres.

La primera etapa de Giovanni Bellini,  que abarca aproximadamente los años 1460-1470, está marcada por la dedicación casi exclusiva del artista a la pintura religiosa: imágenes devocionales para la contemplación pública o privada, como las numerosas versiones que hizo del tema de la Virgen con el Niño; episodios de la Pasión de Cristo e interpretaciones del Cristo Muerto.

Una de las obras más representativas de esta etapa, en la que Giovanni Bellini parece descubrir la monumentalidad de las formas y la potencia volumétrica de los cuerpos, es la «Oración en el huerto » , pintada hacia 1460, obra que guarda relación con la que del mismo tema pintó Andrea Mantegna  (ambas en la National Gallery de Londres).

La confrontación entre ambas tablas es sugerente, no ya para calibrar las influencias de Andrea Mantegna en Giovanni Bellini,  sino para caracterizar las distintas concepciones  pictóricas de ambos artistas.

En la tabla de Giovanni Bellini,  las escarpadas y duras montañas del paisaje de Mantegna han adquirido formas suaves y luminosas que se abren hacia el horizonte.

Jerusalén ha perdido el carácter de la Roma antigua y se ha convertido en una ciudad véneta iluminada por la luz del atardecer, una luz que acaricia tanto la naturaleza como a los hombres y que constituye el nexo espacial de los distintos elementos.

Si en la obra de Mantegna es la arquitectura humana y la de las montañas la que ordena la composición,  en la de Giovanni Bellini  son los planos de luz, las claridades y las sombras, las que en su alternancia de claroscuro van determinando y distinguiendo lo próximo de lo lejano.

Con todo, Giovanni no renuncia al tratamiento plástico de los cuerpos, como se adivina en los mantos y túnicas de los apóstoles, dispuestos en simple pero efectiva composición triangular, y, especialmente, en el manto del Cristo apoyado en la roca ante la presencia de un espíritu angelical que le presenta el cáliz de su pasión,  manto cuyos pliegues no están alejados de la manera dura de Mantegna.