1616-1618, óleo sobre lienzo, 179 x 139 cms, Colegiata de Osuna.
Comentario de la obra «El martirio de San Bartolomé» de José de Ribera
El tema interesaba sin duda de manera especial al artista, que lo interpretó en diversas ocasiones, variando a veces algunos elementos de la composición.
En este cuadro, el santo está atado al tronco de un árbol, con la mirada suplicante dirigida hacia el cielo, mientras un verdugo ejecuta la cruenta operación de despellejarlo vivo; tras cortar la piel del brazo izquierdo del mártir, con ambas manos la separa de los músculos, sujetando entre los dientes el cuchillo que acaba de usar.
Es difícil identificar al personaje del fondo a la derecha, quizá había otra figura delante de él, perdida como consecuencia de una reducción del lienzo.
El paño blanco que cubre la desnudez del santo y el fondo de paisaje aproximan este cuadro al «San Sebastián» de la misma iglesia, mientras que el verdugo recuerda al personaje que aparece en el «Gusto» de Hartford, sobre todo en la vestimenta y en las manos, que presentan evidentes afinidades.
Junto con «San Sebastián «, «San Jerónimo», «San Pedro» y una «Crucifixión «, fue regalado en 1627 a la Colegiata de Osuna por Catalina Enríquez de Ribera, viuda del virrey de Nápoles don Pedro Téllez Girón y Guzmán.
Algunos críticos han sostenido la posibilidad de que este lienzo sea el citado por Bernardo de Dominici en relación con el episodio del encuentro de Ribera con el virrey, que mostraba un «San Bartolomé despellejado, en el cual la figura del santo representaba la divina constancia y la del verdugo la perfidia y la crueldad, y había arriba dos angelotes divinos que con un bellísimo movimiento llevaban la corona del martirio al santo apóstol «.
A pesar de que esta descripción no se corresponde con el lienzo, las modificaciones que éste ha sufrido con el tiempo explican tal vez la ausencia de algunas partes de la composición originaria, como los angelotes, que pudieran haber sido cortados.