Hacia 1520-1530, mármol, Galería de la Academia de Florencia.
Doce estatuas de esclavos, que simbolizan el alma prisionera del cuerpo, fueron previstas inicialmente para adornar la tumba de Julio II. Miguel Ángel sólo comenzó seis, que quedaron inconclusas.
Masas de energía y de fuerza contenidas en el bosquejo mismo, este esclavo ha quedado eternamente prisionero en su bloque de mármol.
Este híbrido, estéticamente fascinante, es, al mismo tiempo, una valiosa muestra del método de trabajo de Miguel Ángel.
En su forma imperfecta se dibuja, sin embargo, la visión ideal de la obra que guió su realización.