Obra de Pedro Pablo Rubens, en 1627. Actualmente expuesta en la Galería de los Uffizi, Italia.
Comentario de la obra
Es uno de los grandes lienzos (367 x 693 cms) que encargó María de Médicis en 1622 al pintor, famoso por el espíritu triunfal que sabía crear con su arte. El otro ensalza a Enrique IV en la batalla de Ivry (14 de marzo de 1590), donde Enrique y sus hugonotes cosecharon una decisiva victoria sobre las tropas de la Liga Católica.
La alegoría del triunfo se pinta con los criterios del estilo barroco, muy enfático y con profusión de formas y colores. Enrique IV, muy criticado en vida -por su absolutismo y su conducta matrimonial-, fue, a su muerte, el más llorado de los reyes franceses.
Estos cuadros estaban destinados también a decorar el palacio de Luxemburgo, recién construido. María quería reivindicar con estas obras la memoria de su marido, asesinado por un maestro de escuela llamado Ravaillac.