1529-1530, pintura sobre tabla, 256 x 188 cm, Gemaldegalerie, Dresde.
«El Día » forma una especie de pareja ideal con otro cuadro realizado por Correggio poco después. Se trata de la «Adoración de los pastores «, obra conocida como «La Noche».
Lo cierto es que ambos encargos no tuvieron nada que ver, ni siquiera fueron realizados para la misma ciudad.
Al igual que en «El Día «, en «La Noche» el tratamiento de la luz llama poderosamente la atención.
El pintor trabaja con dos luces distintas: la luz natural del crepúsculo y otra sobrenatural que emana del Niño Jesús iluminando intensamente el rostro de María y las figuras de los ángeles y pastores , de las cuales el dispuesto en primer término recuerda a la figura de san Jerónimo del «Día «.
Luz que, si por una parte, junto a las líneas de perspectiva, hace que el contemplador se sienta partícipe del acontecimiento, por otra deja en la oscuridad las ruinas, a san José, al buey y a la mula, y al paisaje del fondo detrás de cuyas montañas se acaba de poner el sol.