La incursión del valenciano Lluís Dalmau en el panorama artístico hispánico de mediados del siglo XV supuso una irrigación de savia nueva a la generación de pintores aferrados a los convencionalismos de la pintura del gótico internacional: una renovación marcada por el profundo conocimiento del arte flamenco que aprendió directamente de Jan van Eyck y que aplicó -cuando apenas habían transcurrido tres o cuatro años de la muerte del maestro flamenco- en su obra más famosa, el «Retablo de la Verge dels Consellers».
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Lluís Dalmau – Difusor de la pintura gótica flamenca
Ello hace de Dalmau un pintor absolutamente excepcional en la difusión temprana del arte flamenco en la cuenca mediterránea. De origen valenciano, Lluís Dalmau aparece mencionado por primera vez en 1428, cuando Alfonso el Magnánimo (1396-1458) dispone que el pintor de Valencia emprenda viaje a Castilla. Tres años después y también por orden real, el pintor parte hacia Flandes, donde debió permanecer hasta 1436, ya que el siete de julio de este año ya aparece nuevamente trabajando en la ciudad del Turia, de nuevo con encargos reales.
En julio de 1438, el mercader valenciano Manuel Dalmau expresa, en su solicitud de ciudadanía de Barcelona, el próximo traslado de su hermano Lluís a la ciudad condal, que hemos de suponer que se trata del Lluís Dalmau pintor.
A este respecto se ha sugerido que aunque el nombre del pintor no aparezca documentado en Barcelona hasta 1443, podría residir en la ciudad desde 1438, lo cual hace más comprensible que él fuese el elegido por los «consellers» de Barcelona para ejecutar un encargo de tanta envergadura.
Los años que suceden a la ejecución del «Retablo de la Verge dels Consellers» (1443-1445) están marcados -aunque sin desvincularse totalmente de la casa real- por la relación del pintor con clientela de Barcelona y de diversos pueblos de los alrededores.
El cuatro de abril de 1461 se dictamina sentencia sobre un contencioso en el que Dalmau se había visto involucrado referente al aprovisionamiento de banderas y pendones a la nave del rey. El hecho de que el pintor no estuviera presente en la lectura de la resolución, y la ausencia de noticias posteriores a este año, han sido interpretadas como la probable fecha de su muerte.
