Jean Fouquet

Miniaturista pero más que nada pintor, Jean Fouquet incorpora en sus obras los conocimientos aprendidos en los talleres parisinos del segundo cuarto del siglo XV y el modo de contemplar  y representar la realidad que descubrió durante su viaje a Italia.

Conocedor también del arte flamenco, sus obras sobrepasaron los convencionalismos góticos de los que partía,  hallando en la perspectiva y en el sentido de la luz renacentistas los instrumentos que le permitieron unir racionalmente el espacio y la figura humana.

La destreza con la que supo combinar la tradición francesa, el empirismo nórdico  y la teoría italiana lo convirtieron en uno de los más altos exponentes de la pintura del siglo XV.

Retrato de Guillaume Jouvenel des Ursins, retrato del pintor renacentista Jean Fouquet
Retrato de Guillaume Jouvenel des Ursins, obra de Jean Fouquet

Biografía de Jean Fouquet

Gracias a Fouquet, quien estuvo en Roma alrededor de 1445, Turena (región cuya capital era Tours) fue la única región de Francia que conoció el arte del Quattrocento.

Su caso es totalmente excepcional. En pleno siglo XV Fouquet es, antes que Durero, el único pintor al norte de los Alpes que comprende suficientemente la novedad de la pintura toscana como para dar su propia visión. 

Jean Fouquet nace en Tours, ciudad que en el transcurso del siglo XV fue adquiriendo cada vez mayor notoriedad gracias a que se vio favorecida por los reyes de Francia, entre ellos Luis XI, quien en 1469 decidió establecer allí su residencia.

Entre Francia e Italia

Sea cual fuere el motivo que llevó al artista francés a Italia, debió de residir allí desde mediados de 1445 hasta la primavera de 1448, y a pesar de que sólo está probada su estancia en Roma (donde pintó el retrato del papa Eugenio),  lo cierto es que Fouquet debió de visitar además Ferrara, Nápoles y Florencia.

Tras su periplo por Italia, Fouquet regresa a Francia. Se sabe que en 1448 el pintor adquirió una casa en Tours, hecho que permite suponer su establecimiento en la ciudad, donde además pudo abrir un taller en el posteriormente colaborarían sus hijos Louis y François.

El motivo que lo llevó a Tours no estaría tan relacionado al hecho de que él hubiera nacido allí,  como a la preferencia del rey por la ciudad. Obviamente, un artista que había pintado el retrato del Papa esperaba encontrarse abiertas las puertas de la corte, y Fouquet, en efecto, fue empleado por la corte de Francia para el resto de su vida.

RETRATO DE CARLOS VII, obra renacentista de Jean Fouquet
Retrato de Carlos VII, obra de Jean Fouquet

Principales obras de Jean Fouquet

  • LIBRO DE HORAS DE ETIENNE CHEVALIER (pinturas sobre pergaminos -miniaturas-)
  • ANTIGUEDADES JUDAICAS DE FLAVIO JOSEFO (pinturas sobre pergaminos -miniaturas-)
  • DIPTICO DE MELUN (pintura sobre tabla, sacristía de la iglesia de Nuestra Señora de Melun)
  • RETRATO DE GUILLAUME JOUVENEL DES URSINS  (pintura sobre tabla, Museo del Louvre)
  • RETRATO DE CARLOS VII (pintura sobre tabla, Museo del Louvre)