Eugène Delacroix

Ferdinand-Victor-Eugène Delacroix nació el 26 de abril de 1798 en Charenton-Saint-Maurice, Francia, y murió en París el 13 de agosto de 1863. Fue uno de los grandes pintores románticos, creó obras de gran envergadura las cuales perduran a día de hoy.

Obra de la libertad guiando al pueblo de Delacroix
La libertad guiando al puebo – Delacroix

Biografía de Eugène Delacroix

Su padre era diplomático y su madre pertenecía a una familia aristocrática. Desde pequeño mostró interés por la pintura y el dibujo, y a los 16 años se matriculó en la prestigiosa Academia de Pintura y Escultura de París. Allí estudió las obras de los maestros del Renacimiento y del Barroco, pero pronto se sentiría atraído por el movimiento del Romanticismo que estaba surgiendo en aquella época.

Su carrera artística empezó en el taller de Pierre Narcisse Guérin, donde Théodore Géricault y el Barón Gros fueron sus maestros. Empezó copiando grandes obras de sus ídolos Rubens, Diego Velázquez, Rembrandt y Paolo Veronese entre otros…

Obra de La matanza de Quíos de Eugène Delacroix
La matanza de Quíos – Eugène Delacroix

Delacroix fue un artista prolífico durante toda su vida, pintando cientos de cuadros a lo largo de su carrera. Algunas de sus principales obras incluyen “La muerte de Sardanápalo” (1827), “Libertad guiando al pueblo” (1830) y “El baile en Burdeos” (1834-35). También ilustró numerosos libros durante su vida, como “Las bodas de Cadmo y Harmonía” (1832) y “Fausto” (1828).

Aunque Eugène Delacroix falleció hace más de 150 años, su legado sigue vivo hasta nuestros días. Ha sido descrito como uno de los artistas más influyentes e importantes del Romanticismo, y sus obras continúan siendo admiradas por muchos. Si te interesa conocer más sobre este talentoso artista francés, no dudes en visitar alguna de las exposiciones dedicadas a él y a sus obras.

Con los escándalos desatados tras la aparición de “Las matanzas de Quíos” en 1824 y, sobre todo, de “La muerte de Sardanápalo” inspirada en la tragedia de Byron, en el Salón de 1827-1828, la escuela romántica encontró a un líder.

Obra de La muerte de Sardanápalo de Delacroix
La muerte de Sardanápalo – Delacroix

A partir del viaje que realizó a Marruecos en 1832 y escarmentado por el fracaso de “La muerte de Sardanápalo” en el Salón de 1828, Eugène Delacroix se alejó de los temas épicos y de los grandes escándalos románticos.

Fue ampliamente apoyado por el Estado y por la monarquía burguesa, que le hizo encargos públicos y privados, y siguió investigando el color y la luz. En 1855, la “explosión de color” (como describió Baudelaire) de su “Caza de leones” triunfó en la Exposición Universal y lanzó los últimos destellos del romanticismo en un momento en el que Courbet montaba su “pabellón del realismo”. Dos años después, Delacroix, lleno de honores, era finalmente recibido en la Academia y, junto con Ingres, se convirtió en el pintor más grande del siglo XIX.

Obra El Mulay Abderraman, sultán de Marruecos saliendo de su palacio de Meknes de Delacroix
El Mulay Abderraman, sultán de Marruecos saliendo de su palacio de Meknes – Delacroix