La purificación en el templo – Maestro de Fuentelcarnero

La disposición de los pilares en el interior del templo domina el primer plano  y distancia en profundidad la escena de la «Purificación «, donde la Virgen y san José están acompañados de gentes humildes, repitiendo esquemas de la vieja tradición.

Comentario de la obra «La purificación en el templo» de Maestro de Fuentelcarnero

El ambiente está cargado de presagios en consonancia  con los hechos narrados en el Evangelio de san Lucas (22-44). El esquema general y dos de las figuras , las más próximas del borde derecho, están repetidas en el «Traslado de san Esteban» del retablo de Fuentelcarnero, que hoy poseee el Museo de Toledo (Ohio, Estados Unidos) ya citado.

El pintoresco grupo de los tres niños,  motivo extraño en la iconografía de esta secuencia de la infancia de Jesús,  está también repetido en otra escena de la «Vida de san Esteban».

Este grupo de niños, leyendo y jugando, indiferente a los acontecimientos, no es frecuente en la iconografía española de la «Purificación». Ninguna de las recogidas por Sánchez Cantón en su libro  sobre la «Iconografía de la infancia de Cristo» registra nada parecido, y tampoco en la «Iconografía» de Réau, tan pormenorizada en los más sutiles detalles.

Hoy pensamos que estos niños, en la historia que tratamos, asumen la función de la estirpe de santa Ana, frecuentemente representada en pinturas alemanas de los siglos XV y XVI, aunque en escenas alusivas a la familia de la Virgen, pero no expresamente en la Purificación de Jesús. 

No obstante,  alguna composición particularmente extraña se conoce en el siglo XVII, donde los primos de Jesús están presentes en el acto de la Purificación.  Dos lienzos de este tema con tal singular compañía pintaron Jacob Jordaens y Theodoro van Loo, en colecciones de la Universidad de Greenville y Nuestra Señora de Scherpenhevel. No es ejemplo único en Castilla, pero sí singular. 

Se trataría de la tercera y última tabla de «El tríptico de la Torre de Luzea».