Obras de Felipe IV a manos de Diego Velázquez, durante la época Barroca. Fue nombrado pintor de Felipe IV, dando lugar a numerosas obras que ensalzan la figura del monarca. Entre las principales obras podemos destacar:
Felipe IV a caballo
El cuadro tiene una función oficial, pero el estilo diluye la rígida solemnidad en una amalgama de rito y naturalidad fuera del tiempo. El paisaje da una gran profundidad natural.
El pintor debió tener presentes dos modelos iconográficos fundamentales: el retrato ecuestre de Carlos V después de la batalla de Mulberg, por Tiziano, y el de Felipe II por Rubens.
Todos los retratos ecuestres del rey se conservan en el Museo del Prado. Este en concreto estaba destinado a la residencia veraniega del Buen Retiro, en cuya decoración participaron artistas españoles y extranjeros. Debía adornar el salón del reino junto con otro famoso retrato, el del príncipe niño Baltasar Carlos a caballo.
Felipe IV vestido de Caza
Velázquez pintó este lienzo para el pabellón de caza real situado en el monte del Pardo, y se compara con los retratos que le hizo Antoon van Dick a su principal cliente, Carlos I de Inglaterra.
El rey posa con naturalidad, pero se le nota cierta incomodidad, cuando no frialdad.
La cara imberbe y alargada de un joven atribulado se transforma en la de un hombre consciente de su misión, adornada con un bigote rubio de guías vueltas.
La amistad entre el rey y Velázquez empezó en el verano de 1623, año del primer retrato. El 6 de octubre Diego y su familia recibieron la invitación de trasladarse a Madrid y fue nombrado pintor del rey.
Pintó el último retrato en 1657. Durante más de 20 años Velázquez nos muestra la figura y la fisonomía del rey con mucha fidelidad y sinceridad, si acaso suavizando un poco el defecto típico de los Austrias, el prognatismo.
Felipe IV de Pie
Felipe IV vestía a la moda, completamente de negro, pero también le gustaban los trajes fastuosos, como éste que resplandece con sus bordados de plata. Del jubón asoman las mangas de la camisa, de otro color. Los pantalones de ciñen a las rodillas con lazos.
¿Cómo consigue el pintor dar tanta grandeza a este rey? Con un estilo cromático personal, virtuosismo técnico excepcional y una profunda capacidad de percepción psicológica. Además ambos sentían un aprecio mutuo.
Velázquez prefiere el retrato de cuerpo entero, pues su intención y la del rey