Durante el primer tercio del siglo XVI, la pintura conoció una verdadera edad de oro en la Alemania del sur, sin que sea posible dar una justificación a tal fenómeno, y durante este periodo podemos encontrar a Albrecht Altdorfer.
Biografía y obras de Albrecht Altdorfer
Su propia diversidad lo dificulta: ¿Qué otra cosa en común , que no sea el nivel de su calidad excepcional, podrían tener las obras de Durero, de Grunewald o de Holbein? Idéntica constatación valdría para las de Cranach, las de Baldung Grien o Burgkmair. Pero el más original de todos estos pintores fue, sin duda alguna, Albrecht Altdorfer.
Los cuadros de Altdorfer, a menudo de pequeñas o muy pequeñas dimensiones, sorprenden en un principio por la vivacidad, la intensidad de su color. Se distinguen también por la importancia que adquiere en ellos la naturaleza, o más exactamente la vegetación, una vegetación exuberante, que invade, que parece convertirse en el tema mismo de la obra y que a veces llega a serlo, pues Albrecht Altdorfer es el autor de los primeros cuadros de paisaje en la historia de la pintura occidental.
También se esforzó por aprender los principios de la perspectiva lineal, y dio prueba de su saber en su «Historia de Susana» (1526, Alte Pinakothek de Munich) que, a pesar de su pretexto bíblico, es eminentemente la vista de un palacio fantástico, y marca el principio de un género que se desarrollará más tarde en Flandes: el cuadro de arquitectura.
Pero su interés por la naturaleza no lo llevaba sólo a la observación de los árboles y las plantas: también abordó las variaciones de la luz, las luces del crepúsculo y del amanecer o las atmósferas nocturnas, y este aspecto de su arte no es extraño al hecho de que su redescubrimiento -como hasta cierto punto el del pintor romántico Caspar David Friedrich– tuviera lugar hacia 1900, en una época en la cual la sensibilidad de los historiadores de arte alemanes estaba muy marcada por el impresionismo.
No es, sin embargo, que su arte hubiera caído en un olvido total. Sin contar con el recuerdo que se había mantenido en su ciudad, Ratisbona, sus grabados en cobre gozaban de reconocimiento entre los coleccionistas. Uno de sus cuadros, además, disfrutó de un renombre constante: «La batalla de Alejandro», hoy en la Alte Pinakothek de Múnich tras haber pertenecido a la familia real de Baviera.
Este gran cuadro, en el que vemos a los ejércitos de Alejandro y de Darío enfrentarse en un paisaje cósmico, era muy apreciado hacia 1800, hasta el punto de que los franceses lo transportasen a París con todas las obras maestras objeto de rapiña en las regiones conquistadas.
Sea lo que fuere, si Altdorfer creó los géneros del cuadro del paisaje y del cuadro de arquitectura, su manera de dibujar no tuvo repercusión, excepción hecha de las obras de algunos discípulos o imitadores.
Principales Obras de Albrecht Altdorfer
PAISAJE DEL DANUBIO…..1532, pintura sobre pergamino sobre tabla, 30 x 22 cm, Alte Pinakothek de Munich
BATALLA DE ALEJANDRO…..1528-1529, pintura sobre tabla, Alte Pinakothek de Munich
SAN JORGE EN EL BOSQUE…..1510, pintura sobre pergamino sobre tabla, Alte Pinakothek de Munich
HISTORIAS DE SUSANA…..1526, pintura sobre tabla, Alte Pinakothek de Munich