1527-1528, pintura sobre tabla, 205 x 141 cm, Galería Nacional de Parma.
En esta obra Correggio se adentra en el espíritu de una época en la que el catolicismo, erosionado por Lutero y sacudido por el «sacco» de Roma, tan sólo puede hallar el sustento de la verdadera fe en la interpretación de las sagradas escrituras dadas pormlos Padres de la Iglesia.
Representa a la Virgen con el Niño en sus brazos, el cual, incorporado, observa con atención y alegría el libro, la Biblia Vulgata, que le muestra el ángel que se adelanta a la erguida y majestuosa figura de san Jerónimo penitente, rollo en mano y acompañado del león, entendido como auténtico pilar de la Iglesia.
En el lado opuesto, María Magdalena, descalza como todos los personajes, acaricia tiernamente el pie del Niño que, en correspondencia, mima sus rubios cabellos.
Los personajes, tratados con luces cálidas cercanas a las del Tiziano del momento y que otorgan a la obra una atmósfera de intensa espiritualidad y lirismo, se disponen bajo una tienda roja que se abre a un hermoso paisaje bañado por el sol del amanecer, circunstancia ésta que ha hecho que la tabla se conozca como el Día.