1515, óleo sobre tela, 82 x 67 cm, Museo del Louvre.
Baltasar de Castiglione es el autor de obras teóricas que tratan sobre el comportamiento ideal del perfecto cortesano: Rafael lo retrató como gentilhombre.
El fondo neutro, el tratamiento de la vestimenta de piel negra (cuyos reflejos sedosos se evocan por simples pinceladas claras) y la expresión sobria del rostro y de las manos marcan un estado del alma mesurado.
El pintor centra así la atención en la mirada fija del personaje, que se presenta como un hombre dueño de sus emociones y de su apariencia. La relación entre el espacio figurado y el de su exposición se convierte en el tema de la tela.