1637-1640, óleo sobre lienzo, 97 x 66 cms, Museo del Prado.
Comentario de la obra «María Magdalena penitente» de José de Ribera
Procede de las colecciones reales españolas: en el inventario del Alcázar de Madrid de 1666 se registra en el dormitorio de la «Galería de Mediodía», ubicación en la cual se constata hasta 1700.
Como testimonio del éxito de esta composición, en el inventario de 1747 se menciona junto a éste otro cuadro de iguales medidas y asunto, que en los posteriores inventarios de las pinturas conservadas en el Palacio Nuevo se identifica como una copia. En 1794, el original, cuyo valor se tasa en dos mil reales, está en la «pieza de vestir» del Palacio Nuevo; en 1819 pasó al Museo del Prado.
Fue restaurada con ocasión de la muestra española dedicada a Ribera en 1992 y puede fecharse a finales de la década de 1630, período en el que la producción del artista, aunque poseedora de un marcado carácter tenebrista, presenta virtuosismos lumínicos de especial belleza.
Aquí, el pintor ilumina con extraordinaria habilidad los cabellos dorados de la santa con una delicada luz plateada que utiliza también para poner de relieve algunos detalles de la bella naturaleza muerta.
Se muestra a la santa en meditación, con los ojos arrasados en llanto vueltos al espectador; tiene las manos cruzadas sobre una calavera, apoyada en un bloque de piedra; la vasija con el ungüento, el atributo de la Magdalena, aparece en primer plano a la derecha.
Esta iconografía aparece en algunas obras de artistas del círculo caravaggesco, como una del Museo del Prado atribuida al entorno del francés Trophime Bigot pero en época reciente considerada obra del napolitano Carlo Sellito.
Existe además un lienzo de composición análoga en el Museo de Capodimonte, atribuido a diversos artistas napolitanos, entre ellos Andrea Vaccaro y Filippo Vitale.