1504, pintura sobre tabla, 170 x 117 cm, Pinacoteca de Brera de Milán.
En 1500 Rafael encontró su primer círculo de patronos entre las más importantes familias de Citta di Castello, en los límites de Toscana y Umbría. Aquí sus principales encargos consistieron en retablos para capillas privadas en iglesias conventuales de la ciudad.
La tabla de los «Desposorios de la Virgen» es una de sus primeras grandes composiciones, con su hábil ubicación de las figuras en el primer plano, dispuestas sobre curvas de suave trayectoria descendente que convergen en la figura central del Sumo Sacerdote, cuya mitra es utilizada para dirigir la mirada del observador hacia arriba, donde está el templo, al que aquí se concede un relieve especial por ser símbolo de la Iglesia que Cristo fundará, y que es representado en perspectiva con una maestría que, según Vasari, superaba la de su maestro Perugino.