El sobrenombre de Andrea di Pietro dalla Gondola, Palladio (1508-1580), se asocia a un lugar, la República Veneciana, y a un término incorporado al lenguaje arquitectónico, el «palladianismo».
Esta palabra designa el estilo de Palladio, tal y como fue adoptado y difundido en Europa, e incluso en el Nuevo Mundo (v.g. Villa de Thomas Jefferson, en Virginia), a partir del siglo XVIII.
Biografía y obra de Andrea Palladio
Para comprender el éxito de las villas construidas por Palladio es necesario relacionar dos momentos históricos y dos épocas geográficas: la República Veneciana del Renacimiento, que buscaba reconquistar una legitimidad artística frente a sus rivales, Florencia y Roma, y la Europa del siglo XVIII, que, después del barroco, que preconizaba un retorno al clasicismo arquitectónico, a la armonía de las líneas y al rigor de los volúmenes.
Palladio nació en Padua y recibió su formación como escultor antes de que Giangiorgio Trissino, hombre de letras y humanista, se fijara en él durante la construcción de la villa que había mandado edificar en Cricoli. Trisino contribuyó a su formación, al permitirle que le acompañara en sus numerosos viajes a Roma.
Allí, Palladio se inspiró en la arquitectura clásica de Vitrubio, así como en las grandes construcciones modernas de Bramante y Rafael. Su mayor logro consistió en haber sabido integrarlas en un sincretismo innovador y propiamente veneciano.
Más tarde, numerosas obras públicas y privadas lo convirtieron en el arquitecto por excelencia del urbanismo y de la aristocracia venecianos, hasta su reconocimiento en 1570, cuando fue nombrado arquitecto oficial de la Serenísima.
Tras su muerte, acaecida en 1580, se podían contar entre sus creaciones más de veinte villas, una docena de palacios diseminados por el campo veneciano y algunas de las más bellas iglesias venecianas, entre las que destacan San Giorgio Maggiore y la iglesia del Redentor.
Rigor, sobriedad y pureza eran las palabras clave de sus composiciones, siempre simétricas, aunque variadas, y de las cuales extrajo los fundamentos teóricos de su obra «Los cuatro libros de la arquitectura» (1570), retomada en numerosas ediciones.
El palladianismo, un estilo clásico que unía la simplicidad de las formas antiguas a una gran libertad arquitectónica, llegó a ser la principal corriente de la arquitectura británica. Después de las volutas exageradas del barroco y del rococó, el estilo de Palladio fue redescubierto como una alternativa liberadora.
Con el impulso de los arquitectos ingleses, toda Europa e incluso Norteamérica, a fines del siglo XVIII, volvieron a este clasicismo bautizado con el nombre de neoclasicismo.