1504, escultura en mármol, Galería de la Academia, Florencia.
A pesar del éxito de la «Piedad» , Miguel Ángel tuvo pocas oportunidades en Roma. Por este motivo aceptó de buen grado el encargo que le hizo el cardenal Francesco Piccolomini de esculpir varias estatuillas de mármol para el altar de su familia en Siena.
Aunque ejecutó pequeñas figuras de san Pedro y san Pablo, su interés por el proyecto se desvaneció cuando, en 1501, la Opera del Duomo de Florencia le ofreció un gran mármol , parcialmente trabajado, que había permanecido abandonado durante unos cuarenta años en el taller de la catedral florentina.
En él esculpió la figura de David, que tras no pocas vicisitudes se dispuso en la Piazza della Signoria (hoy en la Galería della Academia), en la que acertó a combinar las tradiciones clásica y cristiana, pues concibió al juvenil héroe bíblico de acuerdo con la escala de un antiguo coloso desnudo y lo dotó de un movimiento físico inmanente y una actitud mental de gran viveza.
Gracias a los éxitos de la Piedad en Roma y del David en Florencia, su reputación quedó finalmente asentada y a partir de este momento difícilmente le faltaron los encargos.